El pasado
jueves dos de marzo asistí, junto a mis compañeros/as, al Salón Internacional
del Material Educativo y Recursos para la Educación. En él, diversos docentes,
profesionales del sector educativo y expertos en servicios tecnológicos
intercambiaron experiencias, generaron debates, y abordaron diversos temas de
sumo interés para el ámbito educativo. En consecuencia, este salón podría
calificarse como un showroom de la innovación educativa que se convocó bajo el
lema: construyendo la educación del futuro.
Tras esta
breve descripción del evento, me gustaría compartir con ustedes una experiencia
que, a mi parecer, es de sumo interés para cualquiera interesado en la
docencia:
Entre una
ponencia y otra tuve el placer de hablar con Paqui Molinero, David Gómez y
Natalia Fuentes, profesores pertenecientes al Departamento Innova del Colegio
Brains. Tras hablar con ellos sobre las ventajas de emplear drones y recursos
de realidad virtual en las aulas, estos profesores me propusieron que me
acercara al Stand de la Escuela ESCUNI.
Más tarde y, después de buscar durante literalmente una hora el stand,
ya que ni yo ni las/los azafatos/as conseguíamos aclararnos con el mapa, lo
encontré. En este stand había una maquina creada por el Doctor Alberto Mínguez
Iglesias, profesor de la asignatura de Fundamentos y Didáctica de la Geografía
en la Escuela ESCUNI, que mostraba de forma interactiva los elementos del
relieve y las consecuencias de los fenómenos meteorológicos sobre los mismos.
Esta máquina fue creada por el propio profesor empleando un monitor de
ordenador, el sensor de movimiento de la Xbox, etc. Es decir, fue el propio
Alberto Mínguez Iglesias el creador de esta herramienta de enseñanza.
Por otra
parte, para poder ver los distintos tipos de relieve y como estos afectan al
paisaje, los estudiantes encargado del stand, proporcionaban una pala a través
de la cual se podían realizar surcos en la arena, crear montañas, depresiones,
etc. Asimismo, todas las variaciones que se realizaran en la arena se
proyectaban en el monitor del ordenador; de esta forma se podían ver los
resultados de tus acciones de manera paralela. Análogamente, si tapabas con las
manos ciertas partes de la arena, en el monitor se observaba que se iba a
producir una tormenta; ya que las manos actuaban como nubes. Además, la maquina
también te permitía simular diversos fenómenos meteorológicos y observar sus
consecuencias en el monitor.
En síntesis,
considero que este tipo de herramientas son de sumo interés para promover un aprendizaje
significativo y contextualizado en las aulas. A mi parecer, es de gran
importancia el aunar teoría con práctica, motivar a los alumnos y mostrarles la
utilidad del conocimiento que están adquiriendo: desde una perspectiva
presente. Por tanto, me parece que esta creación de Alberto Mínguez es un medio para mostrar, de
forma práctica y dinámica, los efectos meteorológicos sobre el relieve y, a
partir de esta actividad, realizar diversas preguntas clave cómo: ¿Hasta qué
punto los seres humanos alteramos el relieve? ¿de qué elementos depende el relieve?,
etc. En consecuencia, hablamos de un modelo de clase invertida que consiste en
que a través de la práctica se infiere la teoría. Asimismo, para complementar esta
actividad, llevada a cabo con esta máquina, se pueden realizar salida de campo junto
a los alumnos.

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